(Aviso: con este artículo no se pretende aludir a nadie en especial, sólo es una visión genérica de cómo veo la sociedad de hoy. No hay nada más lejos de mi intención que ofender a nadie y si alguien se siente así, que piense antes de hablar si está dispuesto o no a que le lleven la contraria) El machismo, el fascismo, la homofobia y el racismo, englobadas todas en el antisocialismo, no se tratan sólo de seguir o no seguir unos ideales. Se encuentran, a menudo, ocultos detrás de nuestras ideas. A veces podemos encontrarnos a un antisocialista, no en qué piensa, sino en cómo lo piensa.
Quizá sea el machismo el ejemplo más evidente. Estamos tan acostumbrados a ciertas cosas que ya nos parecen hasta normales. Convertimos en ley la costumbre sin pararnos a pensar sobre ello. Gente a la que no considero machista (en el sentido de despreciar a las mujeres de su alrededor con actos), a veces hace comentarios que sí lo son. Esto se produce sobre todo en personas mayores. Mi abuela se escandaliza cuando se entera de que salgo en San Juan porque "¡ay, Nazaret, eso es cosa de chavales!". Cuando jugué al fútbol en un equipo, otro familiar le dijo a mi padre que por qué no me apuntaba a danza o ballet en vez de a fútbol. Es una forma de machismo, sí, pero no ese tipo de desprecio a las mujeres. No es que crean que las mujeres somos inferiores, simplemente que hay cosas de chicos y cosas de chicas. Pero me parece mucho más grave que esa forma de machismo esté también entre la gente de mi edad. Cuando nos dieron una charla sobre el ejército, oí un comentario del tipo a: "no sé para que viene el ejército a darnos una charla si en nuestra clase sólo hay 3 chicos." Un comentario de una chica. No creo que se sienta inferior, supongo que simplemente piense que las mujeres no somos aptas para algunas cosas. En otra ocasión, otra chica dio por supuesto que los chicos tienen prioridad para sentarse en el asiento de delante en un coche. Y seguramente habréis oído, cuando una persona se lía con 3 en una noche, si es un chico, que es "el puto amo", pero si es una chica, "menuda guarra". Y esto lo hacemos entre mujeres (me incluyo por generalizar, pero creo que, normalmente, intento no caer en esas contradicciones). Vuelvo a decir que no considero a estas personas machistas. Quiero pensar que no es que crean que las mujeres son inferiores, solamente que somos diferentes.
Con la homofobia, ocurre parecido. Hay personas que respetan cuando tienen un homosexual delante, o si se habla explícitamente del tema y que, al mismo tiempo, se ríen cuando un profesor pone de ejemplo que una alumna tiene que mantener a su mujer. Al parecer la homosexualidad es graciosa. No es que sean homófobos (de odiar y discriminar a los homosexuales) pero sí que, quizá sin darse cuenta, son despectivos. Despectivos enmascarados. Luego están esos hombres (esto se da mucho más entre hombres que entre mujeres, creo) que están en contra del matrimonio homosexual mientras se ponen 'moraos' (por decirlo de alguna manera) cuando ven dos mujeres juntas (sexualmente hablando). ¡Cuánta doble moral!
El fascismo y el antisocialismo casi van de la mano, al menos, sí que caminan juntos. Y en esto me considero más tajante porque hay gente que presume de ser socialista cuando en realidad es un hipócrita fascista. No fascista de los que están a favor del nazismo, del régimen de Mussolini o del franquismo (estos no son hipócritas, estos lo reconocen), sino que me refiero a los que están en contra, pero que si tuviesen el poder actuarían parecido a ellos. Otra vez la intolerancia enmascarada. Gente que dice ser más de izquierdas y democrático que nadie, cuando en una votación lo que opina no obtiene mayoría, olvida la base del socialismo, no acepta los resultados y cesa sus funciones. Pero, ¡eh!, recordemos que era socialista.
Más en profundidad (y, quizá, para ser un poco tiquismiquis), tampoco son verdaderos socialistas aquellos que hacen cualquier tipo de discriminación a otra persona por sexo, edad, apariencia, etnia e, incluso, ideología. Un socialista acepta. Acepta las diferencias, la libertad de expresión y de prensa de TODOS, sean de tu lado o del contrario, sean de izquierdas o de derechas. A veces, los "socialistas" olvidan la represión que sufrieron a lo largo de la historia y, supongo que por miedo a un nuevo brote de la ultra derecha, se convierten en el represor. Se convierten (o se convertirían si tuviesen el poder necesario) en lo que criticaban y critican: se convierten en el dictador que proíibe cualquier tipo de expresión contraria a su ideología.
A estas alturas podréis predecir lo que hablaré sobre el racismo. No es sólo el desprecio, es diferenciar. No sólo es racista aquel que dice "el negrata de mierda". También es, de algún modo, racista el que se ríe de la forma de hablar de los "panchitos" (yo prefiero el término hispanoamericano, pero quizá la mayoría pensase que hablo de la variedad lingüística). No discriminamos por ser de otro país, se discrimina porque pensamos que es de un país inferior. Nadie se ríe de un inglés, un francés, un alemán o un estadounidense. Hay gente que no se considera racista (a estos, yo sí) y que se ríen de un chino, un africano (les da igual el país que sea) o de un latinoamericano (tampoco importa el país) sólo por su forma de hablar y su apariencia.
Creo que alguien que cae en este tipo de racismo no se puede considerar socialista.
Creo que alguien que cae en esos caprichos "fascistas" no puede ser llamado socialista, porque el que no acepta su base (del socialismo), es decir, las votaciones, no aceptan el socialismo. Dicen que sí, pero sólo cuando les favorece. Cuando las tornas cambian y lo que defendían se pone en su contra, se olvidan de sus principios y solo ven lo que les interesa.
Creo que ser hombre o mujer, hetero o gay, negro, blanco o amarillo, de derechas o de izquierdas es lo de menos. Ante todo somos personas, aunque a veces nos olvidemos de ello, y deberíamos tratarnos como tal.